Apoyar a las comunidades locales para que asuman su propio desarrollo
Con enfoque en:
Las mejores prácticas que han demostrado hacer la diferencia en la vida de las personas y transformar las comunidades.
PROGRAMAS
El Salvador es el país más pequeño de América Central, con una población de 6.5 millones. A pesar de ser altamente urbanizado, el país experimenta altos índices de pobreza y una significativa emigración. Las contrapartes de Kenoli trabajan para mejorar la vida de personas más vulnerables y les brindan oportunidades significativas. Esto desalienta la emigración.
Guatemala tiene la mayor población (17.3 millones) y la economía más grande de Centro América. Sin embargo, las tasas de pobreza y desigualdad del país son de las más altas de América Latina, particularmente en las comunidades rurales e indígenas. Las contrapartes de Kenoli realizan esfuerzos para aliviar la pobreza y abordar la desigualdad por medio del empoderamiento de niñas/os y mujeres, la soberanía alimentaria, el apoyo a los derechos indígenas y la promoción del desarrollo rural integral.
Honduras, con una población de 10.4 millones, es uno de los países más desiguales de América Latina. Aunque la nación ha progresado en la reducción de la pobreza, la mitad de la población aún vive en condiciones de pobreza. La tasa de homicidios ha disminuido en los últimos años, pero sigue teniendo una de las tasas más altas del mundo. Las organizaciones que trabajan con Kenoli lo hacen en condiciones muy desafiantes, abordando los derechos humanos, el desarrollo rural holístico, el desarrollo de la temprana edad de la niñez, la seguridad y soberanía alimentaria y la capacitación técnica en comunidades/aldeas rurales.
Nicaragua es el país más grande de Centro América, pero tiene una población de solo 6.9 millones. El país es relativamente seguro; sin embargo, las tasas de pobreza son altas. La mayoría de la población trabaja en el sector informal, lo que hace que sus empleos sean precarios. Las contrapartes de Kenoli trabajan en la seguridad y soberanía alimentaria, el desarrollo de la temprana edad, el enfoque de desarrollo rural integral, las iniciativas económicas y el acceso al agua potable y el saneamiento.