En lo alto de las montañas de Nicaragua, nos reunimos con las familias de la comunidad de El Portón para observar a las aves rapaces que sobrevolaban el cielo y también llegamos ahí a celebrar algo que es igual de poderoso: el agua limpia en sus casas después de instalar un filtro.

Hace un año, durante una visita a esta comunidad, sus habitantes compartieron con nosotros una dura realidad: su única fuente de agua era un arroyo abierto de montaña, lleno de residuos y contaminantes que ponían en riesgo su salud. Nos pidieron apoyo, y juntos/as trazamos un plan.

La comunidad entera se unió para trabajar con ODESAR, la Municipalidad y el Centro de Salud local, y construyeron un sistema que hoy brinda agua potable las 24 horas del día. Sin embargo, el día de la inauguración del nuevo proyecto, fue un momento de alegría y orgullo. Francela, maestra de ceremonia, es una joven inspiradora, habló con el corazón sobre el poder del agua: cómo sostiene la vida, fortalece a las comunidades y, en este caso, ha transformado a su comunidad.

Así es como se ve el cambio cuando la gente se une para tener: agua limpia, un futuro más saludable y una comunidad empoderada, que ahora sabe de lo que es capaz: alcanzar su desarrollo poco a poco.