Esperanza intentaba contener las lágrimas mientras agradecía la mejora de su letrina. Ella y su familia viven en la pobreza extrema. Su casa es de lámina metálica ondulada y llevan 13 años viviendo aquí, en un terreno que no es suyo. Ni siquiera tienen espacio ni condiciones para cultivar sus propios alimentos.
Fuimos a visitarla después de algunas de las peores lluvias e inundaciones que ha sufrido El Salvador, y el terreno alrededor de su casa estaba embarrado y húmedo. La familia vive en una zona aislada de Usulután, El Salvador, sin apenas camino para llegar a su hogar.
Aquí es muy difícil encontrar trabajo, y el marido de Esperanza hace lo que puede cuando lo encuentra.
Esta letrina mejorada no fue un regalo. La Asociación Mangle, socia de Kenoli, aportó los materiales, y el marido de Esperanza y su hermano, pusieron la mano de obra. Su trabajo es excelente.
Aunque una letrina pueda parecernos algo bastante básico, le proporciona a Esperanza y a su familia, un nivel de dignidad que no habían tenido antes.
Vimos a otras familias que también se beneficiaron del apoyo de la Asociación Mangle. María Olga pudo mejorar su gallinero con una base de cemento y malla metálica. Esto protege a las gallinas y ayuda a mantenerlas sanas durante los fenómenos meteorológicos extremos. Las gallinas proporcionan huevos y carne a la familia, y el excedente se vende para generar ingresos.
Donde antes solo había barro y suciedad, Virginia y su marido ahora tienen un patio y suelo de cemento elevado. Han reparado el horno. Nos contaron lo mucho que estas sencillas mejoras han mejorado sus vidas.
Gerson pudo cultivar maíz sano gracias a la formación que recibió. Él, su mujer y su hija pequeña, trabajan esta parcela de tierra para producir suficiente maíz para sus necesidades e incluso tener un excedente para la venta.
La Asociación Mangle está marcando la diferencia en las vidas de estas familias salvadoreñas, que viven en la pobreza y la pobreza extrema, y las familias están demostrando fuerza, determinación y resiliencia para superar los muchos retos a los que se enfrentan.
Vera Radyo & Ken Phillips